La subjetividad es la cualidad de subjetivo. Se trata de aquello perteneciente o relativo al sujeto, tomado en oposición al mundo externo. Por otra parte, el concepto hace referencia a nuestro modo de pensar o de sentir, y no al objeto en sí mismo, de acuerdo a lo señalado por el diccionario de
La objetividad es aquello que caracteriza a un objeto, por contraposición con aquello que caracteriza a un sujeto. Caracteriza a aquello que es propio de un objeto o, con mayor generalidad, aquello que constituye un objeto. Sea en voz pasiva, como mera constatación de algo ya constituido, o en el sentido activo de una objetivación, esto es, el proceso de constitución de un objeto no preexistente.
Se entiende habitualmente por objetividad de un objeto aquello en lo que consiste su realidad. Uno de los criterios más comunes de la objetividad es la independencia respecto de un sujeto cognitivo cualquiera. Tomada en el sentido metafísico de "realidad del objeto", la objetividad es opuesta por un lado a lo que es mera apariencia, ilusión, ficción, y por el otro a lo que es sólo mental o espiritual, por contraposición con lo que es físico o material. Pero esa concepción no es necesaria ni del todo evidente.
Dado lo anterior es meritorio sacar a relucir las complicaciones que surgen respecto a pensar de una forma mas subjetiva u objetiva.
De forma subjetiva todo es más bello o mas feo, es un mundo maravilloso o un infierno, lo que dicen las personas puede herir o alegrar, ¿qué esperas que digan las otras personas?, ¿habrá sido una
fea actitud la que tuve?. Todas esas asociaciones mentales subjetivas pueden desligar de la realidad a las acciones de terceros respecto a su pensamiento e intenciones, entonces, ¿será realmente lo que pensé, lo que dicha persona quiso decir o expresar?.
A que voy con esto, me refiero a que el instinto humano no es perfecto, de hecho falla muchas veces y adelantarse con prejuicios claramente produce distorsiones a la realidad, lo que puede causar malos entendidos y en el peor de los casos daños irreparables en la imagen de marca de la otra persona.
Por otro lado la objetividad como todo no es buena en exceso pues se hiere fácilmente a otros al no pensar en como se puede sentir respecto a lo que se haga o diga, al ser mas objetivo es más facil tomar decisiones, pero éstas se complican al incluir a familia o amigos.
Entonces, ¿cómo seguir una línea equilibrada entre objetividad y subjetividad?
La clave está en un adagio antiguo que dice, todos los excesos son malos.